Biblioteca Evita Capitana

Sobre la Nueva Democracia - Capítulo 13

Los cuatro períodos

La revolución cultural es el reflejo, en el plano ideológico, de las revoluciones política y económica, y está al servicio de éstas. En China, al igual que la revolución política, la revolución cultural tiene un frente único.

La historia del frente único de la revolución cultural durante los últimos veinte años se divide en cuatro períodos. El primero comprende dos años, de 1919 a 1921; el segundo, los seis años de 1921 a 1927; el tercero, los diez años de 1927 a 1937, y el cuarto, los tres años de 1937 hasta el presente.

El primer período va desde el Movimiento del 4 de Mayo de 1919 a la fundación del Partido Comunista de China en 1921. Este Movimiento es el principal jalón de dicho período.

El Movimiento del 4 de Mayo fue un movimiento tanto antiimperialista como antifeudal. Su excepcional significación histórica reside en una característica que le faltó a la Revolución de 1911: oposición consecuente e intransigente al imperialismo y al feudalismo. Esta cualidad del Movimiento del g de Mayo se debía a que la economía capitalista de China había dado un nuevo paso en su desarrollo, y a que los intelectuales revolucionarios chinos concibieron nuevas esperanzas en la liberación nacional de China al ver derrumbarse a tres grandes potencias imperialistas -- Rusia, Alemania y Austria -- y debilitarse a otras dos -- Inglaterra y Francia --, y al ver que el proletariado ruso establecía un Estado socialista y el proletariado de Alemania, Austria-Hungría e Italia estaba en revolución.

El Movimiento del 4 de Mayo Fue la respuesta al llamamiento de la revolución mundial, de la Revolución Rusa y de Lenin. Fue parte de la revolución mundial proletaria en esa época. Si bien el Partido Comunista no existía aún, había un buen número de intelectuales que aprobaban la Revolución Rusa y poseían rudimentos de la ideología comunista. Al comienzo, el Movimiento del 4 de Mayo fue el movimiento revolucionario de un frente único de tres sectores: intelectuales de ideas comunistas, intelectuales revolucionarios de la pequeña burguesía e intelectuales de la burguesía (estos últimos formaban el ala derecha del Movimiento en aquella época). Su punto débil consistía en que se limitaba a los intelectuales, sin que participaran los obreros y campesinos. Pero, al desarrollarse hasta desembocar en el Movimiento del 3 de Junio, se convirtió en un movimiento revolucionario de amplitud nacional, en el que participaron no sólo los intelectuales, sino también las amplias masas del proletariado, la pequeña burguesía y la burguesía.

La revolución cultural emprendida por el Movimiento del 4 de Mayo fue un movimiento de oposición consecuente a la cultura feudal; nunca se había conocido una revolución cultural tan grande y tan consecuente desde los albores de la historia china.

La revolución cultural realizó grandes proezas en esa época enarbolando las dos grandes banderas: lucha contra la vieja moral y por la nueva moral, y lucha contra la vieja literatura y por la nueva literatura. Sin embargo, en aquel entonces, este movimiento cultural no pudo extenderse ampliamente entre las masas obreras y campesinas. Planteó la consigna de "Literatura para la gente sencilla", pero, en realidad, por "gente sencilla" se entendía sólo a los intelectuales de la pequeña burguesía urbana y de la burguesía, esto es, a la intelectualidad urbana. Tanto ideológicamente como en materia de cuadros, el Movimiento del 4 de Mayo preparó el terreno para la fundación del Partido Comunista de China en 1921, así como para el Movimiento del 30 de Mayo de 1925 y la Expedición al Norte. Los intelectuales burgueses que constituían el ala derecha del Movimiento del 4 de Mayo transigirían en su mayoría con el enemigo durante el segundo período, pasándose a la reacción.

En el segundo período, cuyos jalones los constituyen la fundación del Partido Comunista de China, el Movimiento del 30 de Mayo y la Expedición al Norte, se continuó y amplió el frente único de las tres clases, formado durante el Movimiento del 4 de Mayo, se atrajo a dicho frente al campesinado, y se estableció en el terreno político un frente único de todas estas clases: la primera cooperación entre el Kuomintang y el Partido Comunista. El Dr. Sun Yat-sen fue un gran hombre no sólo porque dirigió la gran Revolución de 1911 (aunque ésta fue una revolución democrática de la vieja época), sino también porque, sabiendo "ajustarse a la tendencia del mundo y responder a las necesidades de las masas", formuló las Tres Grandes Políticas revolucionarias: alianza con Rusia, alianza con el Partido Comunista y ayuda a los campesinos y obreros, dio una nueva interpretación a los Tres Principios del Pueblo y así estableció los nuevos Tres Principios del Pueblo con sus Tres Grandes Políticas.

Anteriormente, los Tres Principios del Pueblo ejercían escasa influencia en los círculos educacionales y académicos y entre la juventud, porque no planteaban la consigna de oponerse al imperialismo ni la de oponerse al sistema social feudal y a la cultura e ideología feudales. Eran los viejos Tres Principios del Pueblo, considerados por la gente como bandera provisional de que se valía un grupo de personas para hacerse del Poder, o sea, para ganar puestos oficiales, una simple bandera para maniobras políticas. Pero, más tarde, aparecieron los nuevos Tres Principios del Pueblo con sus Tres Grandes Políticas.

Gracias a la cooperación entre el Kuomintang y el Partido Comunista y a los esfuerzos de los militantes revolucionarios de ambos partidos, los nuevos Tres Principios del Pueblo se extendieron por toda China, difundiéndose entre una parte de los círculos educacionales y académicos y la gran masa de la juventud estudiantil. Esto se debió enteramente a que los Tres Principios del Pueblo originales se habían desarrollado hasta convertirse en los Tres Principios del Pueblo de nueva democracia, antiimperialistas y antifeudales, con sus Tres Grandes Políticas. Sin este desarrollo habría sido imposible la difusión de las ideas de los Tres Principios del Pueblo.

Durante este período, los Tres Principios del Pueblo revolucionarios llegaron a ser la base política del frente único entre el Kuomintang y el Partido Comunista, del frente único de todas las clases revolucionarias; las doctrinas de ambos partidos se unieron en este frente único, pues "el comunismo es el buen amigo de los Tres Principios del Pueblo". Por su composición de clase, fue un frente único del proletariado, el campesinado, la pequeña burguesía urbana y la burguesía. En esa época, utilizando como base de operaciones el semanario comunista El Guía, el periódico kuomintanista de Shanghái Diario de la República, y otros periódicos de diversas localidades, los dos partidos, conjuntamente, propagaron las ideas antiimperialistas, combatieron la educación feudal basada en el culto a Confucio y en el estudio de los cánones confucianos, combatieron la vieja literatura y la lengua clásica feudales, y promovieron la nueva literatura y la lengua escrita moderna con un contenido antiimperialista y antifeudal.

Durante las guerras en Kuangtung y la Expedición al Norte, se inculcaron ideas antiimperialistas y antifeudales a las fuerzas armadas de China, lo que hizo posible su reforma. Las consignas "¡Abajo los funcionarios corruptos!" y "¡Abajo los déspotas locales y shenshi malvados!" se difundieron entre los millones de campesinos y condujeron al desencadenamiento de grandes luchas revolucionarias campesinas. Gracias a todo esto y a la ayuda de la Unión Soviética, se logró la victoria de la Expedición al Norte. Pero, una vez en el Poder, la gran burguesía liquidó esta revolución, creándose así una nueva situación política.

El tercero fue el nuevo período revolucionario de 1927 a 1937. Como al final del período precedente se había producido un cambio en el campo revolucionario -- la gran burguesía se había pasado al campo contrarrevolucionario del imperialismo y las fuerzas feudales y la burguesía nacional la había seguido, de manera que, de las cuatro clases que originariamente formaban el campo revolucionario, sólo quedaban tres: el proletariado y el campesinado y demás sectores de la pequeña burguesía (incluidos los intelectuales revolucionarios) --, la revolución china entró en un nuevo período, en el cual al Partido Comunista de China solo le correspondió dirigir a las masas en la revolución.

Este fue un período de campañas contrarrevolucionarias de "cerco y aniquilamiento", por una parte, y de profundización de la revolución, por la otra. Hubo entonces dos tipos de campañas contrarrevolucionarias de "cerco y aniquilamiento": en el terreno militar y en el terreno cultural. También hubo dos tipos de profundización de la revolución: la profundización de la revolución rural y la de la revolución cultural. Por instigación de los imperialistas, las fuerzas contrarrevolucionarias de toda China y del resto del mundo fueron movilizadas para ambos tipos de campañas de "cerco y aniquilamiento", que duraron diez largos años y se distinguieron por su inaudita crueldad: cientos de miles de comunistas y jóvenes estudiantes cayeron asesinados, y millones de obreros y campesinos sufrieron la más salvaje represión. Los responsables de todo esto creían poder "liquidar de una vez para siempre" al comunismo y al Partido Comunista. Sin embargo, el resultado fue todo lo contrario: ambos tipos de campañas de "cerco y aniquilamiento" Fracasaron miserablemente. El resultado de las campañas en el terreno militar fue la marcha del Ejército Rojo al Norte para resistir al Japón, y el de las campañas en el terreno cultural, el estallido del Movimiento del 9 de Diciembre de 1935 una acción revolucionaria de la juventud. El resultado común de ambos tipos de campañas fue el despertar de todo el pueblo.

Estos fueron tres resultados positivos. Lo más sorprendente es que, encontrándose el Partido Comunista absolutamente indefenso en todas las instituciones culturales de las zonas dominadas por el Kuomintang, las campañas en el terreno cultural sufrieran allí también una rotunda derrota. ¿Por qué ocurrió esto? ¿No da motivo para reflexionar con seriedad? Precisamente en medio de estas campañas, el comunista Lu Sin se convierte en el gigante de la revolución cultural china.

El resultado negativo de las campañas contrarrevolucionarias de "cerco y aniquilamiento" fue la invasión de nuestro país por el imperialismo japonés. Esta es la razón principal de que, todavía hoy, el pueblo de todo el país siga abominando esos diez años de anticomunismo.

En las luchas de ese período, el campo revolucionario perseveró firmemente en la nueva democracia antiimperialista y antifeudal de las amplias masas populares y en los nuevos Tres Principios del Pueblo, mientras que el campo contrarrevolucionario practicó el despotismo de la alianza de la clase terrateniente y la gran burguesía, alianza a las órdenes del imperialismo. Tanto en el terreno político como en el cultural, este despotismo decapitó las Tres Grandes Políticas de Sun Yat-sen y sus nuevos Tres Principios del Pueblo, acarreando así una inmensa catástrofe a la nación china.

El cuarto período es el de la actual Guerra de Resistencia contra el Japón. En el curso zigzagueante de la revolución china, ha reaparecido el frente único de las cuatro clases. Pero esta vez su ámbito es mayor, pues incluye, de las capas superiores, a muchos representantes de los círculos gobernantes; de las capas medias, a la burguesía nacional y la pequeña burguesía, y de las capas inferiores, a todos los proletarios. De este modo, todas las capas de la nación integran ahora la alianza que resiste con decisión al imperialismo japonés. La primera etapa de este período duró hasta la caída de Wuján. Durante esa etapa, el país entero vivió en un clima de efervescencia en todos los terrenos; en lo político, hubo una tendencia a la democratización, y en lo cultural, una movilización bastante amplia.

Con la caída de Wuján ha comenzado la segunda etapa, durante la cual la situación política ha sufrido muchos cambios: un sector de la gran burguesía ha capitulado ante el enemigo, y el otro sector desea terminar lo antes posible con la Guerra de Resistencia. En el terreno cultural, esta situación se ha reflejado en las actividades reaccionarias de Ye Ching, Chang Chun-mai y otros, y en la desaparición de la libertad de palabra y de prensa.

Para superar esta crisis, hay que luchar firmemente contra todas las ideas opuestas a la resistencia, a la unidad y al progreso; sin destruir tales ideas reaccionarias, no habrá ninguna esperanza de ganar la guerra. ¿Qué futuro espera a esta lucha? Este es el gran problema que preocupa al pueblo de todo el país. A juzgar por las condiciones nacionales e internacionales, el pueblo chino tiene asegurada la victoria, por más dificultades que surjan en el camino de la Resistencia. El progreso alcanzado en los veinte años posteriores al Movimiento del 4 de Mayo, supera no sólo al de los ochenta años precedentes, sino, virtualmente, al de los últimos milenios de la historia china.

¿No es de imaginar qué progresos hará China en otros veinte años? La desenfrenada violencia de las fuerzas tenebrosas, internas y externas, ha sumido a nuestra nación en el desastre; pero esta misma violencia, junto con mostrar el vigor que todavía resta a esas fuerzas, revela que están en sus estertores finales y que las masas populares se aproximan gradualmente a la victoria. Esto es verdad en China, en todo el Oriente y en el mundo entero.

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